miércoles, 13 de octubre de 2010

La inmunoterapia minimiza los síntomas de alergia

La inmunoterapia es un procedimiento médico que consiste en la administración repetitiva de una sustancia alergénica a un paciente sensibilizado a la misma. En su fase inicial, que puede durar varias semanas, se administran dosis crecientes y en su fase de mantenimiento dosis fijas del alergeno, a intervalos de 2, 3 ó 4 semanas durante 3 a 5 años. Este procedimiento intenta lograr la tolerancia del agente causal de la enfermedad alérgica.

A diferencia de los tratamientos clásicos contra el asma, que alivian y controlar la enfermedad , en la inmunoterapia el objetivo es modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, reduciendo la sensibilidad a los alérgenos y en consecuencia evitando la aparición de los síntomas.

Según explica Laureano Fernández Tavora, del Servicio de Alergología del Hospital Virgen del Rocío, "hace 30 años, teníamos una prevalencia de alergia de un 5 a 7 % de la población general, hoy esa cifra se estima en 22% y nos quedamos cortos". En su opinión, la eficacia de la inmunoterapia para tratar la rinoconjuntivitis, el asma bronquial o la anafilaxia por picadura de avispa o abeja es "incuestionable", por la evidencia disponible.

En los últimos años han renacido antiguos procedimientos de inmunoterapia que emplean alergoides. Los alergoides son extractos químicamente modificados polimerizados con glutaraldehido. Esta modificación permite aumentar el margen de seguridad de la inmunoterapia y en consecuencia el uso de dosis mucho mas altas que los extractos convencionales. Estos extractos se utilizan pre-estacionalmente en los pacientes polínicos.


Fuente: Edición Impresa El Día de Córdoba

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